Al llegar a La Belleza Los Libertadores me
interese mucho con aquella temática de las cámaras fotográficas, un instrumento
con el que podemos mostrarles a los demás miembros de la comunidad nuestra
visión artística del mundo, que, aunque un poco oscura, siempre tiene los
matices perfectos para tomar la foto que demuestre aquello bello que el mundo
nos tiene preparado al conocer.
Al sostener por primera vez la cámara,
sentí una conexión especial con aquel instrumento que me enseñó a ver el mundo
con otros ojos, a apreciar la belleza oculta del mundo, a fijarme en los
pequeños detalles que conforman nuestra cultura y, sobretodo, a divertirme con
mis compañeros al buscar la foto perfecta.
Al llegar muy pocos conocían cómo utilizar
aquel instrumento fotográfico, y menos de técnicas o estilos. Cuando sentí la
cámara en mis manos, o mejor dicho, colgando de mi cuello, pude ver aquello que
no podía ver con mis ojos; podía, mediante un congelado, detener una gota de agua mientras caía del cielo,
podía enfocar a una persona mientras lo demás desaparecía como si se borrara, o
al contrario, podía ver el mundo omitiendo a las demás personas que se
atravesaban en la toma. Así entendí que el mundo solo es una secuencia de
millones de imágenes pasando tan rápido por nuestros ojos que lo hace ver todo
como una película. Con la cámara puedo ver aquello que se escapa de la
percepción de mis ojos.
Junto a mis compañeros decidimos ver de
este modo el mundo, del cual salieron risas y asombro, pues a pesar de ser
nuevos en este tema, sacamos fotos de alto calibre, en el momento justo, un ave
en pleno vuelo, unos acercamientos que hacían ver los objetos más sencillos
como lo más hermoso, todo lo que en un pasado pensamos que no íbamos a lograr y,
aunque nunca fue fácil, jamás nos dimos por vencidos. Esto es La Belleza Los
Libertadores, una institución que a pesar que tiene múltiples problemas no se rinde,
tal como nosotros no lo hacemos.
Axel Peña
11-02
Colegio La Belleza